Gracias por elegirme,
gracias por pronunciar mi nombre,
y detrás de ese llamad,
el trabajo del alfarero para hacer de mi
la pieza que realmente quieres que sea.
Gracias Padre porque a pesar de mis dudas,
mi desesperanzas, mis miedos, mis lágrimas,
mi tristeza y mi soledad,
permitirme verte en cada paso que doy y sentir
como Vaz puliéndome y haciéndome una pieza acta para ser tu hija.
Gracias porque aunque muchas veces me he alejado de ti,
a tu tiempo decides decir: "Rocio, ven, ya esta bueno,ven ahora necesito hacer de ti la hija que realmente soñé"
GRACIAS POR TODO PADRE MÍO
Y NO ME PERMITAS PERDER
EL TERRENO GANADO.