Padre amado,
seca esta soledad que me quema por dentro y por fuera.
Quita de mi este deseo de ser amada, de ser abrazada,
de ser querida, de ser consolada, de llorar con alguien a mi lado, de sentir un abrazo.
Dame fuerza para llegar a tu padre, dame fuerza para buscar solo en ti y solo encontrar en ti lo que pide a gritos mi corazón.
Señor así como a diario haces milagros a mi alrededor, cura mis heridas y no permitas que espere nada del humano, que solo de ti y en ti encuentre refugio, amor, paz, consuelo.